Víctor Ticacala, graduado del profesorado en Educación Física, ya se encuentra en Brasil para “cumplir un sueño”. La cita deportiva lo tiene como árbitro de tenis de mesa, deporte con el cual, justamente, tuvo su primer acercamiento en la Universidad.

Empezó a jugar “cuando se ponían mesas para que los estudiantes las usaran en el tiempo libre”, recuerda. Hoy, ya egresado, su mirada refleja el mágico momento de unir el recuerdo de sus primeros pasos con su punto cumbre en Río 2016.

Tiky -como lo apodan cariñosamente sus colegas- integró el equipo universitario de tenis de mesa y llegó a representar a la UNLaM en diferentes competencias al tiempo que cursaba sus estudios.

Aunque con el paso del tiempo prefirió priorizar la carrera universitaria, para seguir ligado al deporte que lo apasiona, comenzó con los cursos de árbitro hasta obtener el nivel máximo que le permite estar calificado para un juego olímpico. “Cuando me enteré que los Juegos se iban a hacer en Río, me lo puse como objetivo”, garantiza.

Su viaje a Brasil lo encuentra con la experiencia profesional necesaria. Ya dirigió en los Panamericanos de Río, de Guadalajara y de Toronto. Incluso en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Para este nuevo desafío afirma haberse preparado para “tener buenas actuaciones” y poder “estar en una final”. “Todo dependerá de hacer las cosas bien partido a partido”, se ilusiona.