La Universidad de Morón desarrolla un proyecto para contribuir a evitar derrumbes con tecnología de precisión
PREVENCIÓN

La Universidad de Morón desarrolla un proyecto para contribuir a evitar derrumbes con tecnología de precisión

Utilizando tecnologías diversas, la casa de altos estudios investiga y desarrolla un sistema para prevenir colapsos estructurales, desplazamientos y deformaciones de grandes estructuras.

La Universidad de Morón desarrolla un proyecto para contribuir a evitar derrumbes con tecnología de precisión

Redaccion // Martes 24 de agosto de 2021 | 11:48

 

La Universidad de Morón desarrolla un proyecto para contribuir a evitar derrumbes con tecnología de precisión
Utilizando tecnologías diversas, la casa de altos estudios investiga y desarrolla un sistema para prevenir colapsos estructurales, desplazamientos y deformaciones de grandes estructuras.
(Buenos Aires, 23 de agosto) A fines de junio, nos vimos impactados por el colapso estructural del edificio Champlain Towers, una torre de 12 pisos frente al mar en el suburbio de Surfside en Miami, Estados Unidos. A partir de entonces, muchas preguntas surgieron en torno a la posibilidad de prevenir y evitar ese tipo de accidentes, considerando los desarrollos tecnológicos con los que contamos hoy en día. Justamente con el objetivo de prevenir catástrofes humanitarias y ambientales, así como para evitar pérdidas económicas, la Universidad de Morón está trabajando en un proyecto de investigación para desarrollar un sistema que utilice múltiples tecnologías de precisión con el fin de detectar y medir en tiempo real desplazamientos y deformaciones de grandes estructuras naturales y artificiales.
“El proyecto reviste gran importancia por razones de seguridad, de economía y de preservación del medio ambiente, así como de mejoramiento de tecnologías de construcción y mantenimiento”, destacó Gabriela Leiton, Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Morón. “Los daños producidos por roturas, hundimientos, desbarrancamientos, filtraciones, agrietamientos, deslizamientos, derrumbes y otras causas constituyen un peligro para vidas humanas, fauna, flora, viviendas, líneas eléctricas, gasoductos, entre otros, con consecuencias sociales y económicas en cuanto a la pérdida de inversiones y costos de reparación”, agregó por su parte el Dr. Ing. Ezequiel Pallejá, director del proyecto.
El objetivo general de la investigación es comprobar la aptitud y real precisión del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés) para detectar y medir pequeños cambios posicionales de referencias fijas y movibles. La aplicación directa de los resultados del proyecto será contribuir a la medición de cambios de posición de referencias en estructuras originados por roturas, inundaciones, defectos constructivos, erosión, desgaste, etc. en tiempo real o diferido. Así, se proyecta desarrollar una guía para la utilización de GNSS con estos fines, que pueda ser usada por profesionales en diversos trabajos, tales como auscultación de puentes, presas de embalse y grandes edificios; determinación de hundimientos del terreno natural y por efecto de sismos, y evaluación de estabilidad de estructuras naturales y artificiales.
Es preciso destacar que existen limitaciones al uso de GNSS: no puede ser usado en interiores y es muy dificultosa su utilización en ambientes rodeados de obstáculos para la señal satelital. Por eso, la Universidad de Morón estudia la mejor forma de integrar las diferentes tecnologías de precisión disponibles para lograr un sistema superador.
¿Cómo funcionan los sistemas de posicionamiento de precisión?
El sistema GPS, también llamado Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System, por sus siglas en inglés), es un sistema desarrollado, instalado y utilizado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, cuyo objetivo es determinar la posición de un objeto en cualquier parte del mundo con una precisión que puede llegar a ser de centímetros hasta algunos metros. Para ello se utiliza una red de varios satélites que están en órbita a 20.000 km de altura en la Tierra. Cuando queremos saber nuestra posición, el dispositivo con GPS localiza al menos cuatro de estos satélites, y recibe de ellos una señal que mide la distancia a la que está de cada uno y, con esos datos, indica nuestra posición tridimensional actual.
En realidad, el GPS es un tipo de Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés), que incluye a muchos otros. GNSS es un término genérico estándar para sistemas de navegación por satélite que proporcionan posicionamiento geoespacial autónomo con cobertura global. Entonces, un GNSS  comprende a una red de satélites artificiales que transmiten señales para el posicionamiento y localización de cualquier objeto, en cualquier parte del planeta, ya sea en tierra, mar o aire. De acuerdo con el receptor, software de procesamiento y tiempo de recolección de datos, se pueden obtener precisiones aún mejores que 1 cm en el posicionamiento.
La red GNSS se compone de tres segmentos: el espacial, el de control y el de los usuarios:
1. El segmento espacial lo constituyen los satélites artificiales (de navegación como de comunicación), que forman el sistema.
2. El segmento de control corresponde al conjunto de estaciones presentes en la superficie (en tierra), las cuales se ocupan de recolectar los datos obtenidos para ponerlos a disposición de los usuarios (tercer segmento).
3. El segmento de los usuarios debe entenderse como equipos, terminales, receptores y dispositivos que reciben las señales procedentes del segmento espacial.
Con este sistema se pueden obtener datos de ubicación que pueden aplicarse a diversos fines y usos: navegación, transporte, geodésica, hidrográfica, agrícola, investigación y educacional, entre otros.

A fines de junio, nos vimos impactados por el colapso estructural del edificio Champlain Towers, una torre de 12 pisos frente al mar en el suburbio de Surfside en Miami, Estados Unidos. A partir de entonces, muchas preguntas surgieron en torno a la posibilidad de prevenir y evitar ese tipo de accidentes, considerando los desarrollos tecnológicos con los que contamos hoy en día. Justamente con el objetivo de prevenir catástrofes humanitarias y ambientales, así como para evitar pérdidas económicas, la Universidad de Morón está trabajando en un proyecto de investigación para desarrollar un sistema que utilice múltiples tecnologías de precisión con el fin de detectar y medir en tiempo real desplazamientos y deformaciones de grandes estructuras naturales y artificiales.

“El proyecto reviste gran importancia por razones de seguridad, de economía y de preservación del medio ambiente, así como de mejoramiento de tecnologías de construcción y mantenimiento”, destacó Gabriela Leiton, Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Morón. “Los daños producidos por roturas, hundimientos, desbarrancamientos, filtraciones, agrietamientos, deslizamientos, derrumbes y otras causas constituyen un peligro para vidas humanas, fauna, flora, viviendas, líneas eléctricas, gasoductos, entre otros, con consecuencias sociales y económicas en cuanto a la pérdida de inversiones y costos de reparación”, agregó por su parte el Dr. Ing. Ezequiel Pallejá, director del proyecto.

El objetivo general de la investigación es comprobar la aptitud y real precisión del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés) para detectar y medir pequeños cambios posicionales de referencias fijas y movibles. La aplicación directa de los resultados del proyecto será contribuir a la medición de cambios de posición de referencias en estructuras originados por roturas, inundaciones, defectos constructivos, erosión, desgaste, etc. en tiempo real o diferido. Así, se proyecta desarrollar una guía para la utilización de GNSS con estos fines, que pueda ser usada por profesionales en diversos trabajos, tales como auscultación de puentes, presas de embalse y grandes edificios; determinación de hundimientos del terreno natural y por efecto de sismos, y evaluación de estabilidad de estructuras naturales y artificiales.

Es preciso destacar que existen limitaciones al uso de GNSS: no puede ser usado en interiores y es muy dificultosa su utilización en ambientes rodeados de obstáculos para la señal satelital. Por eso, la Universidad de Morón estudia la mejor forma de integrar las diferentes tecnologías de precisión disponibles para lograr un sistema superador.

¿Cómo funcionan los sistemas de posicionamiento de precisión?

El sistema GPS, también llamado Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System, por sus siglas en inglés), es un sistema desarrollado, instalado y utilizado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, cuyo objetivo es determinar la posición de un objeto en cualquier parte del mundo con una precisión que puede llegar a ser de centímetros hasta algunos metros. Para ello se utiliza una red de varios satélites que están en órbita a 20.000 km de altura en la Tierra. Cuando queremos saber nuestra posición, el dispositivo con GPS localiza al menos cuatro de estos satélites, y recibe de ellos una señal que mide la distancia a la que está de cada uno y, con esos datos, indica nuestra posición tridimensional actual.

En realidad, el GPS es un tipo de Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés), que incluye a muchos otros. GNSS es un término genérico estándar para sistemas de navegación por satélite que proporcionan posicionamiento geoespacial autónomo con cobertura global. Entonces, un GNSS  comprende a una red de satélites artificiales que transmiten señales para el posicionamiento y localización de cualquier objeto, en cualquier parte del planeta, ya sea en tierra, mar o aire. De acuerdo con el receptor, software de procesamiento y tiempo de recolección de datos, se pueden obtener precisiones aún mejores que 1 cm en el posicionamiento.

La red GNSS se compone de tres segmentos: el espacial, el de control y el de los usuarios:

1. El segmento espacial lo constituyen los satélites artificiales (de navegación como de comunicación), que forman el sistema.

2. El segmento de control corresponde al conjunto de estaciones presentes en la superficie (en tierra), las cuales se ocupan de recolectar los datos obtenidos para ponerlos a disposición de los usuarios (tercer segmento).

3. El segmento de los usuarios debe entenderse como equipos, terminales, receptores y dispositivos que reciben las señales procedentes del segmento espacial.

Con este sistema se pueden obtener datos de ubicación que pueden aplicarse a diversos fines y usos: navegación, transporte, geodésica, hidrográfica, agrícola, investigación y educacional, entre otros.

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