El comercio baja sus persianas en el Oeste
CONSECUENCIAS

El comercio baja sus persianas en el Oeste

Sólo en los primeros cinco meses del año, unos 5.000 comercios en todo el país cerraron sus puertas por el tarifazo, la espiral inflacionaria y la merma del consumo. 2.000 casos se concentran en la Provincia. El Oeste reproduce el fenómeno.    

El comercio baja sus persianas en el Oeste

Redacción El diario // Viernes 29 de julio de 2016 | 10:41

En enero, apenas producido el primer impacto de la devaluación, en Morón cerraba sus puertas la Casa del Profesional, la histórica librería en plena traza de la avenida Rivadavia, marcando la pauta del sesgo que tendría este año para el comercio local.

Fedecámaras, la institución que nuclea a las pymes, puntualizó que, sólo hasta mayo, 2.000 pequeños comercios bajaron sus persianas en la provincia de Buenos Aires y 5.000 en todo el país, escenario al que se deben agregar unas 500 empresas de pequeña y mediana escala. “La gente no tiene plata en el bolsillo y sólo consume lo que necesita para subsistir. Los pequeños negocios, por su volumen de ventas, se quedan sin margen de ganancia, deben afrontar un brutal ajuste de tarifas y al mismo tiempo absorber los aumentos de precios mayoristas, que es imposible trasladar al mostrador", graficó el titular de la entidad, Rubén Manusovich.

En declaraciones a El diario, Alejandro Robba, coordinador de la Licenciatura en Economía de la Unioversidad Nacional de Moreno, explicó: "El gobierno cambió un modelo basado en el crecimiento del mercado interno por otro basado en el crecimiento hacia afuera”. “Aumentaron los costos por el tarifazo, hay menos consumo y entró la competencia de productos importados. En este contexto, es posible que queden muchas menos pymes comerciales e industriales", alertó.

Días atrás, en el marco de una disertación en Luján, Robba lanzó un concepto provocador: "El segundo semestre llegó para los grandes supermercados". En su diálogo con este medio, explicó esa sentencia: “Los comercios de barrio van cerrando y se tiende a una concentración del consumo: ganancia para los grandes supermercados".

El especialista, quien en junio presentó su IX Informe de Análisis de la Coyuntura Económica, advirtió que “el año que viene podría crecer el PBI con más desempleo, porque no es un crecimiento basado en el desarrollo de las pymes, que son las generadoras de la mayoría de los puestos de trabajo".

Vacancias para todos

Las vacancias en los centros comerciales (locales que quedan sin ocuparse) están ocurriendo en todos los distritos. Según Robba, esto se debe a que “se incrementaron más de un 50% los contratos de alquiler, combinado con una profunda caída en las ventas”. Desde esta coyuntura, el pronóstico para el mercado interno asoma sombrío: "No hay ningún atisbo de que vaya a mejorar el escenario".

Lejos del volumen de facturación de las grandes cadenas de supermercados, los super y minimercados chinos también sufren el desplome del consumo. Para la Cámara Empresarial de Desarrollo y Países del Sudeste Asiático (CEDEAPSA), las ventas en el sector disminuyeron entre 10 y 15 % en junio en relación a mayo. “La gente tiene menos dinero para comprar”, lamentaron en CEDEAPSA.

Ante este escenario, en esta parte del Conurbano se buscan alternativas para fogonear el consumo a la vez que aliviar el impacto en el bolsillo de la gente que produjo el aumento generalizado de precios del primer semestre. En Ituzaingó, por ejemplo, el Municipio, junto al sector privado, lanzó una “Canasta Básica” de productos que pueden comprarse sueltos o bien en canastas armadas de diez productos, por $ 99 (ver más información en página 11). En La Matanza, un mayorista lanzó en San Justo y Laferrere una “canasta social” de 21 productos a 200 pesos, que incluye artículos de primera necesidad como fideos, arroz, puré de tomate, caldos y yerba.

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