Año para recordar el 2020, por factores diversos. Una de las razones para no olvidar nunca es lo que azota a la humanidad, el COVID 19. En el mundo propio, el del Gallo, la partida de ídolos y campeones en diversas temporadas.
Por Luis Gambino // Viernes 25 de septiembre de 2020 | 10:54
El primer caso, el del querido a rabiar como lo fue el “ Vasco” Arguissain; campeón del año 1959 con enorme apego a los colores y presencia permanente en el club aun después de dejar los cortos. Se nos fue meses atrás.
También el recordado por muchos aún no siendo campeón, el “ Pulpó” Faedda, dejó esta tierra pero quedó su impronta de entrega incondicional en su paso por el Deportivo Moron.
“ Cachin” Blanco, campeón en 1970, y un paso como técnico posterior , se fue a un mundo mejor.
El recordado por sus goles olímpicos y protagonista del ascenso a los mas alto en 1968; Hector Ochoa, se sumó a la triste lista y los viejos hinchas rememoran el grito cada vez que iba en busca de patear un corner…Oooochoa, extendiendo la O.
Para cerrar esta tristísima lista días atrás partió de este mundo “ Lombriz” Gómez, campeón 1980, quien durante 3 años , entre el 79 y el 81 rigurosamente viajaba en colectivo rumbo a Morón para entrenarse o jugar. Apostol del sacrificio bien entendido aun se recuerda la potencia de sus remates y sus compañeros de esos tiempos el reparto de masticables antes de cada partido.
Cuando pequeño, este periodista escuchaba a los mayores cuando fallecía un ser querido que repetían…es la vida. Cuan cierto era, lo comprobamos cotidianamente por estos tiempos. Se van yendo. Es la vida.
FOTO: Equipo del Gallo de 1981. (Foto: Oscar Suárez)