Desde hace tiempo que un grupo de vecinos se organizó para denunciar las actividades de la planta Parex – Klaukol por las enfermedades que comenzaron a detectarse en el barrio. Pese a las denuncias públicas y las causas judiciales, la empresa sigue funcionando sin ningún tipo de problemas.

Una de las referentes de las denuncias y las actividades es Susana Aranda. El fin de semana recibió agresiones y amenazas de un grupo de hombres que la obligaron a tragarse pilas a punta de pistola. Al concurrir al hospital Posadas, los médicos le informaron qué era lo que la habían obligado a ingerir.

Aranda es una de las querellantes en la causa judicial contra la empresa que es acusada de provocar casos de cáncer y leucemia en los vecinos a la planta. Además, estudios sobre los niños del barrio detectó un alto grado de plomo en sangre, resultado similar al estudio del agua que consumen en el barrio.

Desde la APDH La Matanza emitieron un comunicado donde repudian la “acción y la decena de ataques que ha sufrido Susana desde que eligió el camino de la búsqueda de verdad y justicia. Exigimos una respuesta político-judicial por parte de las autoridades ante el hecho sucedido, como así también, el traslado definitivo de la planta”.

Hoy Susana se encuentra bajo observación por la gravedad de lo acontecido contra su persona física.